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viernes, 30 de marzo de 2012

¡Aquí estamos!, por Lic. Francisco Javier Álvarez de la Fuente.

Reproduzco un artículo del Licenciado Francisco Javier Álvarez de la Fuente, en el diario El Redactor.

francisco-javier-alvarez-de-la-fuente_3874923 “Tu madre debería haber abortado…”

Dos manos sostenían una cartulina roja con el siguiente texto: “Ferrara: tu madre debería haber abortado”.

Ocurrió en la ciudad italiana de Bolonia el 2 de abril de 2008. Giuliano Ferrara, promotor de una lista política contra el aborto, intentaba hablar desde una tribuna. Cientos de manifestantes gritaban contra el orador. Otros mostraban carteles a favor del aborto. Hubo quienes lanzaron huevos, monedas, amenazas. ¿El motivo de tanta agresión? Los hostigadores consideraban que Ferrara iba contra un “derecho” que debería ser reconocido a las mujeres: el “derecho” al aborto.

Desde la ideología abortista ha sido posible construir estados en los que muchos ven como natural el aborto selectivo. Miles y miles de niños con defectos son eliminados antes de nacer. El silencio ante esta masacre colectiva muestra hasta qué punto vivimos en sociedades discriminatorias.

En esa mentalidad se coloca la cartulina que apareció en Bolonia: no sólo estaría bien eliminar a los que tienen defectos, a los que nacen sin la perfección impuesta según los proyectos de los adultos. Estaría bien, sería incluso un “deber”, eliminar a aquellos seres humanos que el día de mañana pensarían de modo diverso, serían capaces de defender el derecho que todo hijo tiene de nacer. La frase “Ferrara: tu madre debería haber abortado” refleja un aspecto central del movimiento abortista: la voluntad de omnipotencia. Ya no basta con decir que las mujeres tienen “derecho” a decidir quién nace y quién es asesinado antes de nacer. La frase expresa algo más profundo: que habría hecho algo malo aquella mujer, la madre de Ferrara, al haber dejado nacer a su hijo.

La voluntad de omnipotencia es el origen de las injusticias que han llenado de sangre la historia humana. En ese sentido, Hitler, Stalin y Mao compartían ideas muy parecidas, y las llevaron a la práctica con una malignidad que produjo millones de víctimas inocentes. No es de extrañar que los tres, en modos distintos, también fuesen promotores del aborto... Esas mismas ideas están presentes entre los actuales defensores del aborto, porque pretenden eliminar completamente cualquier voz que pueda contradecirles. Desearían que nunca hubiera nacido nadie capaz de denunciar la injusticia del aborto.

La voluntad de omnipotencia será vencida cuando dejemos un espacio al amor. Sólo el amor nos enseña a respetar al ser humano por lo que es, aunque sea “imperfecto”, aunque tenga ideas distintas de las mías, aunque “llegue” en un momento difícil para la vida de la mujer. Es urgente abrirnos a la justicia y construir un planeta capaz de acoger a todos. Hacen falta mil voces que griten, que defiendan, que hablen por los marginados, los enfermos, los ancianos, los pobres, los no nacidos. Entonces empezaremos a construir un mundo más solidario y más bueno; un mundo humano, donde ninguna mujer provocará la muerte de su hijo, y donde todo hijo podrá dar gracias a su madre por haberle ofrecido, con su cuerpo y su corazón, respeto y, sobre todo, amor. Para sumarnos a las voces que hablen por los marginados, los enfermos, los ancianos, los pobres, los no nacidos… ¡Aquí estamos!

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jueves, 29 de marzo de 2012

Un acercamiento a la Ideología de Género, por Beatriz Campillo

Un artículo de Beatriz Campillo, politóloga, docente y candidata a Magister, en el Boletín del Observatorio de Ética, Política y Sociedad de la Universidad Pontificia Bolivariana.

UN ACERCAMIENTO A LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO

Por: Beatriz Eugenia Campillo Vélez

Como lo expone el profesor Jorge Scala el gran peligro de una ideología, es que constituye un cuerpo de ideas cerrado, que parte de un principio básico equivocado que se asume como verdadero, del cual se desprenden razonamientos lógicos igualmente equivocados, que intentan explicarlo todo, por lo cual es posible afirmar que su visión de la realidad es reduccionista y que a menudo se busca manipular para alcanzar poder, por lo que es frecuente que se utilice un lenguaje confuso y se apele a las emociones más que a la razón. Advierte, además, el profesor Scala que para salir de la ideología solo es posible hacerlo si se critica ese principio básico inicial.

Para ilustrar el autor en mención toma como ejemplo la Ideología Nazi, donde el principio básico era: “La raza alemana es superior”. Y los argumentos lógicos que se desprendieron fueron los siguientes: Todas las demás razas son inferiores, las razas inferiores pueden ser esclavizadas, algunas razas además de inferiores son indeseables, las razas indeseables pueden ser eliminadas en tanto no son personas, etc. Es lógico pues que siguiendo estos razonamientos lleguemos a justificar los campos de exterminio y todo porque partimos de una tesis equivocada que asumimos como verdadera, de allí que la única forma de escapar a estos razonamientos es negar la idea de que “la raza alemana es superior”.

Lo mismo pasa con la ideología de género, el problema se presenta porque partimos de una tesis falsa, que nos lleva a unos razonamientos igualmente falsos. La tesis fundamental de esta ideología es que “El sexo es el aspecto biológico de los seres humanos, entonces solo podemos ser varón y mujer. Mientras que el género es el sexo culturalmente o socialmente construido”[1]. El problema aparece en la segunda frase, porque se desconoce que el sexo no solamente está en la genitalidad, sino expresado en nuestra genética, en tanto somos XX las mujeres o XY los hombres, y esto hace que seamos distintos y tengamos capacidades diferentes que nos determinan y que al mismo tiempo nos hacen ser complementarios, ninguno es mejor o peor que el otro, simplemente somos diferentes, y en aras de la justicia, la sociedad no puede olvidar esas diferencias que, sin lugar a dudas, hacen que nuestra sociedad se enriquezca.

Pero si aceptáramos que el género es una construcción cultural y que, por tanto, podemos autoconstruirnos como queramos (lo cual es falso), terminaremos aceptando la tesis de la ideóloga de género Judith Butler quien afirma que “hombre y masculino podrían significar tanto un cuerpo femenino como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo masculino como uno femenino”[2], o la expresión de Lucy Gilber y Paula Wesbster, quienes afirman que "Cada niño se asigna a una u otra categoría en base a la forma y tamaño de sus órganos genitales. Una vez hecha esta asignación nos convertimos en lo que la cultura piensa que cada uno es”[3]. En otras palabras, se desprenderían una serie de razonamientos lógicos, igualmente falsos, como el principio básico; entre ellos, que ya no existirían hombres, ni mujeres, pues dichas categorías, según la ideología de género, serían el resultado de una cultura hegemónica y patriarcal, que nos había estado dominando y por la cual creíamos, según ellos, que esas categorías eran naturales.

Siguiendo este orden de ideas, concluiríamos que así como el marxismo entendía la historia como una lucha de clases, la ideología de género pretende leer la historia como la opresión del hombre contra la mujer. De allí que las feministas de género que aceptan las tesis antes expuestas (como la de Butler), concluyan que la única forma de llegar a una verdadera igualdad entre hombres y mujeres es que desaparezca la misma distinción; por tanto, niegan y van en contra de la misma naturaleza.

La pretensión final de esta ideología no es que seamos iguales en derechos, sino idénticos en todo el sentido de la palabra, por eso es que la maternidad, que evidentemente es una de las diferencias entre hombre y mujeres, es vista como una enfermedad o carga opresiva que ha sido impuesta a la mujer, de allí que no hablen de maternidad sino de “labor reproductiva” y se diga que para compensar, el Estado debe garantizar el acceso por ejemplo, al aborto, sin que el hombre como padre de esa criatura que está por nacer pueda opinar.

En el mismo sentido, la ideología de género ataca el matrimonio como fundamento de la familia, pues al no existir ni hombres, ni mujeres, el matrimonio no sería más que una unión entre dos adultos. Así, al todo ser matrimonio, nada es matrimonio; y al todo ser considerado familia, nada es familia. Y como todas las “relaciones afectivo sexuales”, para esta ideología son igual de valiosas, ya no hay límites naturales, ni relaciones que merezcan mayor protección, por ser todo una construcción cultural. Este razonamiento puede llevarnos incluso a que, en el futuro, se vean normales relaciones como la pedofilia, la zoofilia o la necrofilia.

Además, la ideología de género tiene un fuerte vinculo con el control de natalidad, de hecho en una publicación apoyada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas se afirma que “Para ser efectivos en el largo plazo, los programas de planificación familiar, deben buscar no solo reducir la fertilidad dentro de los roles de género existentes, sino más bien, cambiar los roles de género a fin de reducir la fertilidad”[4]. Y es que si se promueven las uniones entre homosexuales, y se crea separación entre hombres y mujeres, el tema de la procreación va a quedar reducido a los laboratorios, propiciando una nueva eugenesia, pues las técnicas de procreación humana asistida son costosas e incluyen selección, y no es un secreto que los “derechos sexuales y reproductivos” (aborto, esterilización y anticoncepción) están altamente direccionados a eliminar la pobreza, o mejor dicho, a eliminar a los pobres.

Es cierto que la mujer históricamente ha sido fuertemente agredida y violentada en sus derechos, pero no es cierto que la ideología de género pretenda ayudar a la mujer, y esto es una denuncia que se debe hacer de forma abierta, pues es una ideología que no parte de la realidad, no reconoce a la mujer y sus particularidades. En este sentido, hay que recordar que en el feminismo se dio una ruptura, es así como en la actualidad se habla de feminismo de equidad y feminismo de género.

“El feminismo de equidad es sencillamente la creencia en la igualdad legal y moral de los sexos. Una feminista de equidad quiere para la mujer lo que quiere para todos: tratamiento justo, ausencia de discriminación. Por el contrario, el feminismo de género es un ideología que pretende abarcarlo todo, según la cual la mujer norteamericana está presa en un sistema patriarcal opresivo. La feminista de equidad opina que las cosas han mejorado mucho para la mujer; la feminista de género a menudo piensa que han empeorado. Ven señales de patriarcado por dondequiera y piensan que la situación se pondrá peor. Pero esto carece de base en la realidad norteamericana. Las cosas nunca han estado mejores para la mujer que hoy conforma 55% del estudiantado universitario, mientras que la brecha salarial continúa cerrándose.”[5]

De lo anterior, podemos decir que mientras una feminista de género se alegra porque la mujer puede acceder a derechos sexuales y reproductivos (aborto, anticoncepción y esterilización); la feminista de equidad se da cuenta que este discurso es un engaño y se opone porque sabe que es una forma de controlar la natalidad, instrumentalizar a la mujer y aprovecharse de lo mucho que ellas han sufrido, y que por eso les hablan en términos de derechos, pero que en el fondo, la primera víctima del aborto –además del niño que muere- es la mujer que se lo practica.

Pero no ocurre solo en esos ámbitos, en política, por ejemplo, la feminista de género se alegra porque se dan normas como la “ley de cuotas”. Mientras que la feminista de equidad se ofende, pues sabe que de fondo están poniendo en duda sus capacidades intelectuales para competir. Baste recordar que en el campo de la educación, las primeras mujeres que entraron a una universidad pidieron ser evaluadas con la misma rigurosidad con que se evaluaban a los hombres, pues al principio se les ponían pruebas más sencillas, porque se tenía la idea de que no eran capaces de responder a algo más exigente, sin duda aceptarlo hubiera sido una ofensa y por eso protestaron. Lástima que además de todo lo que hemos dicho, la ideología de género continuamente ponga a la mujer en condición de víctima, y por eso insista en que hay que “empoderarla”, cuando realmente la mujer tiene muchísimo poder, y las primeras feministas dan cuenta de ello.


[1] Cfr. Ideología de Genero. Lic. Jorge Rafael Escala. http://www.youtube.com/watch?v=JqvabrGww1A

[2] Judith Butler, Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity, Routledge, New York, 1990, p. 6.

[3] Lucy Gilber y Paula Wesbster, "The Dangers of Feminity", Gender Differences: Sociology of Biology?, p. 41.

[4] "Gender Perspective in Family Planning Programs", Division for the Advancement of Women. (División para el Avance de las Mujeres) propuesta en una reunión organizada en consulta con el Fondo de Población de la ONU

[5] Entrevista a Christina Hoff Sommers en Faith and Freedom, 1994, p. 2.

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miércoles, 28 de marzo de 2012

Aborto e imposición de creencias

Cuando se presentó el PAL 6/11 y comenzó, de nuevo, el debate acerca del aborto en el país, el comodín argumentativo de los abortistas fue “no se puede imponer la creencia de un grupo religioso, por más que sea mayoritario, al resto de la población”. Sin embargo, la realidad posterior ha demostrado que la legalización del aborto implica una violación constante de la libertad de creencias de la mayoría de la población.

La cuestión del aborto, a nivel ético y jurídico, se concentra en una única controversia: Acerca de si el nasciturus es un ser humano y merece el reconocimiento de persona, con todos los derechos que implica, o no. Aunque muchos expresen posturas pretendidamente intermedias, en realidad, el reconocimiento de derechos al nasciturus es una cuestión de blanco y negro, pues si se le reconoce derecho a la vida es imposible la legalización del aborto sin que se viole un derecho reconocido y todo el sistema legal entre en contradicción.

Ahora, el pretendido argumento de los abortistas, arriba escrito, es a todas luces y por si mismo una falacia ad hóminem. Consiste en pretender que un argumento es falso sólo porque es esgrimido por personas de convicciones religiosas. Esto, que no es más que una artimaña para evitar tocar la médula del asunto (pues bien saben los abortistas que la realidad no les favorece mucho en ese punto), resulta en una agresión directa contra el sistema democrático colombiano, donde el 98,8% de la población es cristiana (87,3% Católica y 11,5% de otras confesiones), pues pretende que los creyentes sean despojados de su ciudadanía, es decir, de su derecho a participar activamente en la política nacional en su condición de católicos.

La razón por la cual se da esto es que, como apunté arriba, es una situación de todo o nada: o el nasciturus es una persona humana con derechos, y todo aborto está prohibido, o no lo es y entonces toda restricción al aborto es susceptible de ser desmontada. De ahí que la falacia de los abortistas, como Carlos Gaviria, se torna doble: El Estado colombiano es laico y no puede acceder a la voluntad de las mayorías creyentes, por tanto, la laicidad del Estado colombiano le obliga a someterse a ideologías particulares como el feminismo radical y la ideología de género. El Estado que legaliza el aborto no está siendo neutral, sino que impone tiránicamente la ideología de una minoría al resto de la población.

Pero además, la legalización del aborto siempre trae consigo una larga lista de violaciones a la libertad de conciencia. Empezando por la de los profesionales de la salud, y los funcionarios de entidades públicas o privadas que de algún modo queden relacionadas al aborto. Aunque en Colombia aún no se ha llegado al extremo que hay en otros países, donde los médicos y enfermeros son obligados a practicar o a participar de la práctica de abortos y los estudiantes de medicina son condicionados a tomar instrucciones sobre como realizarlos so pena de nunca graduarse, la Corte si pretende que el médico objetor sea por lo menos cómplice del aborto al obligarlo a remitir al paciente a un médico que si esté dispuesto a realizarlo. Además, bajo la obligación de informar al paciente, los médicos pueden ser obligados a difundir la propaganda y la desinformación abortista, contraria, no sólo a sus creencias, sino a la ciencia médica. Lo mismo se pretende con los funcionarios de las entidades de salud y los jueces.

La legalización del aborto viola además la conciencia y la libertad de asociación de quienes han querido fundar instituciones de salud bajo los principios hipocráticos de protección y defensa de la vida humana. En un editorial de la Red Antioquia Pro-vida, se muestra cómo todas las instituciones de salud, sin distinción alguna de sus principios institucionales, son obligadas a practicar abortos so pena de ser penalizadas, a la vez que se les impide todo tipo de garantía de que están actuando dentro de la ley, e incluso se les obliga a una celeridad mayor a la de cualquier tratamiento que sí sea importante y urgente para la vida de los pacientes.

Pero, aún hay más, luego de la sentencia C-355 de 2006, el Ministerio de Protección Social expidió el Decreto 4444 de 2006 en el que incluía el aborto dentro del Plan Obligatorio de Salud. ¿Qué significa esto? Que el dinero de las contribuciones de los colombianos, independientemente de sus convicciones, iría a financiar directamente los abortos. Aunque el Decreto fue suspendido por el Consejo de Estado, el Ministerio de la Protección Social se ha gastado más de $36.000 millones de pesos en promoción del aborto, a la vez que pretendía denegar la ampliación de la licencia de maternidad en dos semanas, aduciendo falta de recursos. Posteriormente, la Comisión de Regulación en Salud (CRES) expidió el Acuerdo 008 de 2009 en que nuevamente se incluía el aborto en el POS, que fue nuevamente demandado ante el Consejo de Estado, y ahora, amparados en las extralimitaciones de la Corte Constitucional, la CRES expidió el Acuerdo 29 de 2011 donde vuelve a incluir el aborto en el POS.

¿Por qué esta obstinación en que los abortos sean pagados con dinero de los contribuyentes? El reclamo por el “aborto gratuito” de los lobbys feministas es el menos defendible desde el punto de vista de los “derechos sexuales y reproductivos”, pues toma un extraño giro: “Mi cuerpo, mi decisión…, con tu dinero”. Ya lo decía Milton Friedman que no existe nada gratis en el mundo, cuando algún servicio se presenta como gratis en realidad ocurre que es otra persona la que está pagando por él. Los principales promotores del mal llamado “aborto gratuito” son, curiosamente, las organizaciones que proveen los abortos, como IPPF y Marie Stopes, y esto no significa que estas organizaciones ofrezcan sus “servicios” de forma gratuita, significa que desean a toda costa llenar sus bolsillos con el dinero de los contribuyentes. En Estados Unidos se vive una verdadera batalla por la financiación pública de abortos [1] [2] [3] [4]. El presidente Obama ha hecho todo lo posible por vaciar las arcas públicas en manos de Planned Parenthood, casi pareciera que ellos hubieran sido sus únicos electores, mientras que numerosos estados han pasado leyes para prohibir la financiación pública de abortos. Aún más, Obama ha querido amenazar a los estados con denegarles el dinero para el sistema de salud si ellos no financian a Planned Parenthood, y ahora ha expedido un mandato donde obliga a todas las organizaciones, independientemente de su carácter religioso, a pagar por anticonceptivos, abortifacientes y esterilizaciones en los seguros de salud de sus empleados. Como si no fuera bastante, los representantes de los Estados Unidos han intentado forzar la aprobación de un documento en la ONU donde solapadamente habían cambiado el termino “planificación familiar” por “anticonceptivos”, afortunadamente los delegados de otros países se dieron cuenta a tiempo y rechazaron el documento.

Ahora si, vuelvo a preguntar: ¿Quién está queriendo imponer sus creencias a quién?

Concluyo citando el mensaje del Papa Bendicto XVI a los obispos de Estados Unidos en su visita “ad limina”

Algunas tendencias culturales actuales, en la medida en que contienen elementos que quieren limitar la proclamación de esas verdades, sea reduciéndola dentro de los confines de una racionalidad meramente científica sea suprimiéndola en nombre del poder político o del gobierno de la mayoría, representan una amenaza no sólo para la fe cristiana, sino también para la humanidad misma y para la verdad más profunda sobre nuestro ser y nuestra vocación última, nuestra relación con Dios. Cuando una cultura busca suprimir la dimensión del misterio último y cerrar las puertas a la verdad trascendente, inevitablemente se empobrece y se convierte en presa de una lectura reduccionista y totalitaria de la persona humana y de la naturaleza de la sociedad, como lo intuyó con gran claridad el Papa Juan Pablo II.

La Iglesia, con su larga tradición de respeto de la correcta relación entre fe y razón, tiene un papel fundamental que desempeñar al oponerse a las corrientes culturales que, sobre la base de un individualismo extremo, buscan promover conceptos de libertad separados de la verdad moral. Nuestra tradición no habla a partir de una fe ciega, sino desde una perspectiva racional que vincula nuestro compromiso de construir una sociedad auténticamente justa, humana y próspera con la certeza fundamental de que el universo posee una lógica interna accesible a la razón humana. La defensa por parte de la Iglesia de un razonamiento moral basado en la ley natural se funda en su convicción de que esta ley no es una amenaza para nuestra libertad, sino más bien una «lengua» que nos permite comprendernos a nosotros mismos y la verdad de nuestro ser, y forjar de esa manera un mundo más justo y más humano. Por tanto, la Iglesia propone su doctrina moral como un mensaje no de constricción, sino de liberación, y como base para construir un futuro seguro.

El testimonio de la Iglesia, por lo tanto, es público por naturaleza. La Iglesia busca convencer proponiendo argumentos racionales en el ámbito público. La separación legítima entre Iglesia y Estado no puede interpretarse como si la Iglesia debiera callar sobre ciertas cuestiones, ni como si el Estado pudiera elegir no implicar, o ser implicado, por la voz de los creyentes comprometidos a determinar los valores que deberían forjar el futuro de la nación.

A la luz de estas consideraciones, es fundamental que toda la comunidad católica de Estados Unidos llegue a comprender las graves amenazas que plantea al testimonio moral público de la Iglesia el laicismo radical, que cada vez encuentra más expresiones en los ámbitos político y cultural. Es preciso que en todos los niveles de la vida eclesial se comprenda la gravedad de tales amenazas. Son especialmente preocupantes ciertos intentos de limitar la libertad más apreciada en Estados Unidos: la libertad de religión. Muchos de vosotros habéis puesto de relieve que se han llevado a cabo esfuerzos concertados para negar el derecho de objeción de conciencia de los individuos y de las instituciones católicas en lo que respecta a la cooperación en prácticas intrínsecamente malas. Otros me habéis hablado de una preocupante tendencia a reducir la libertad de religión a una mera libertad de culto, sin garantías de respeto de la libertad de conciencia.

En todo ello, una vez más, vemos la necesidad de un laicado católico comprometido, articulado y bien formado, dotado de un fuerte sentido crítico frente a la cultura dominante y de la valentía de contrarrestar un laicismo reductivo que quisiera deslegitimar la participación de la Iglesia en el debate público sobre cuestiones decisivas para el futuro de la sociedad estadounidense. La formación de líderes laicos comprometidos y la presentación de una articulación convincente de la visión cristiana del hombre y de la sociedad siguen siendo la tarea principal de la Iglesia en vuestro país. Como componentes esenciales de la nueva evangelización, estas preocupaciones deben modelar la visión y los objetivos de los programas catequéticos en todos los niveles.

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lunes, 26 de marzo de 2012

25 de marzo, Día del niño por nacer

VIRGEN~1El 25 de marzo, la Iglesia celebra la fiesta de la Anunciación del Señor, el momento en que el arcángel Gabriel se presentó a María y puso en sus manos la decisión sobre el plan de salvación que Dios había preparado para la humanidad desde el inicio de los tiempos. Con su “si”, María entregó su cuerpo, puro desde su concepción, para que se convirtiese en casa del Señor todopoderoso, el arca de la nueva alianza. Con su “si”, el mismo “si” de Jesús en el huerto de los olivos, que recordamos todos los días al decir “hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo”, María nos concedió el mayor bien que pueda existir: a Jesús, el hijo de sus entrañas.
Dios, creador de todo, Rey soberano del Universo, quiso tomar la condición humana y nacer del vientre de una mujer como cualquier criatura suya. La plenitud infinita toma la forma minúscula de un cigoto y se somete a su propia creación: “Por eso, al entrar en este mundo, dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo.” (Heb 10, 5) Asumiendo así la situación de absoluta indefensión y dependencia propias del ser humano en sus primeros años de vida. El cuerpo que Jesús entregó en la Cruz, al igual que todos nosotros, fue formado en el vientre materno, manifestando Dios la dignidad de su creación.
Luchar contra el aborto, no sólo es un deber para toda persona que crea en el Estado de Derecho, en los Derechos Humanos y en los límites al poder del Estado, es además un compromiso ineludible para todos quienes definimos nuestra vida a partir del seguimiento de Jesucristo. Él mismo, al revelarse como juez futuro de toda la humanidad dijo: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis.” (Mt 25, 40) Y ¿Quiénes son los más pequeños de entre los pequeños? ¿Quiénes si no los niños que están por nacer? Jesús se coloca a sí mismo en el lugar de ellos, no por hacen una analogía o una exageración, sino porque efectivamente, por le misterio de su encarnación, Él compartió esa condición de ser los más pequeños de entre los pequeños.
E-card
El 25 de marzo, junto con otras organizaciones realizamos una procesión religiosa por el centro de la ciudad. Rezamos el rosario e hicimos el viacrucis alrededor de la plaza de Bolívar, para concluir firmando un manifiesto por la Vida y la Familia. Dios Padre nos concedió una gracia extraordinaria: Llovió torrencialmente hasta las 3:00 pm, cuando comenzamos la procesión, y estuvo haciendo un sol espléndido hasta cuando terminamos la procesión y volvió a llover. Publico aquí el manifiesto que firmamos:
- MANIFIESTO -
Los abajo firmantes, ciudadanos colombianos, hombres y mujeres, profesionales, universitarios, investigadores, académicos, estudiantes, padres y madres de familia, trabajadores de la ciudad y del campo, manifestamos nuestro total respaldo a la protección integral de la Vida, desde la concepción hasta la muerte natural
PROCLAMAMOS Y DAMOS FIRME RESPALDOS A ESTE IDEARIO
1 – La VIDA y la FAMILIA son valores fundamentales de la persona humana y de la sociedad. Solo a partir de ellas la humanidad puede sobrevivir en forma civilizada y estable.
2- La dignidad del ser humano es un valor fundamental, propio de su misma naturaleza, que no está condicionada a interpretaciones relativistas. El ser humano tiene gran dignidad desde el mismo momento de la concepción, en su crecimiento embrionario, su infancia, su adolescencia, su adultez y su vejez, etapas del desarrollo de toda vida humana. Ninguna puede ser discriminada.
3 – El primer deber del Estado y de la sociedad es proteger la vida de todo ser humano, en todas las etapas de su desarrollo. Deben velar por la protección de la Vida, como el primero de todos los derechos sobre todos los demás.
4 – Está en pie la declaración de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, suscrita por Colombia que en su Artículo 4, numeral 1 establece “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley desde la concepción. Nadie puede ser privado de su vida arbitrariamente”.
5 - La Constitución de Colombia en su Art. 11 determina que en nuestro País: “El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte”: Inviolable debe ser desde el momento de concepción hasta la muerte natural.
6 – El aborto no es simple interrupción voluntaria del embarazo. sino que representa la interrupción de la vida humana de un ser indefenso, por lo cual se convierte en un cruel asesinato que debe ser prohibido y castigado. El “derecho reproductivo de la madre no da derecho a asesinar a su hijo.
7 – La sentencia que despenalizó el aborto va contra principios universales e insuperables de respeto a la dignidad humana. Es puerta abierta para tratar al feto en formación como si no tuviera derechos, ni siquiera el más fundamental como es el de la vida. Rechazamos como inhumana esa sentencia.
8- La Familia es la institución natural y primera sociedad, en donde el ciudadano se forma para servicio de la comunidad, y esta constituida exclusivamente por la unión de un Hombre y una Mujer, y sus hijos nacidos de esta unión.
9- Solo puede haber matrimonio, cuando una pareja heterosexual busca la realización de su vida en un proyecto común que no es otra cosa que la experiencia del amor, que en el matrimonio Cristo elevó a la dignidad de Sacramento. Matrimonio existe, únicamente, entre dos personas de sexo opuesto, que por medio de la recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus personas.
10. La unión homosexual no proyecta el amor verdadero, allí no hay verdadera y plena sexualidad se convierte en encuentros eróticos que no pueden generar la vida. Es algo contra la naturaleza y los fines propios de la sexualidad.
11- El libre desarrollo de la personalidad (Constitución Art. 16) y la libertad de conciencia (Art. 15) no pueden entenderse como vía de libertinaje, desconociendo limitaciones impuestas por la misma naturaleza.
12 – Debe respetarse el derecho a la objeción de conciencia consagrada en la Constitución de Colombia (Art. 18), por lo que no se puede forzar ni penalizar a profesionales, ni a directivos de instituciones, a que ejecuten o manden ejecutar crímenes contra la vida como el aborto y la eutanasia.
CONVOCATORIA.
Continuaremos nuestra lucha, en todos los escenarios, por la defensa de la VIDA y de la FAMILIA, en todo el territorio nacional. Invitamos a todos los colombianos, sin distinción de edad, profesión, raza o religión, a estar firmes en su defensa y para que se sumen a este MANIFIESTO. Propiciaremos, por todos los medios posibles, para que en las normas de nuestro País, y en sus costumbres, se rechace todo acto en contra de los sagrados valores: Vida y Familia, fundamentales para las personas y la sociedad.
Bogotá, 25 de marzo de 2012
Los firmantes:
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Pirry y la limpieza social

En los dos últimos domingos, el tema de los “Especiales Pirry”, un programa de documentales que aspira a ser la nueva conciencia moral de la sociedad colombiana, se enfocó en el tema de la eutanasia. En realidad, “enfocó en el tema” no es más que una forma suave de evitar precisión a la hora de caracterizar el programa: Propaganda. Desde su puro inicio, la pregunta con que arranca el programa señala el sesgo que este tendrá de inicio a fin: “¿Quién es el dueño de su vida , el Estado, la Iglesia o usted?.” Si yo hubiese sido profesor de argumentación no hubiera perdido tamaña oportunidad de realizar un ejercicio práctico de identificación de falacias, pues estas sobreabundaban en el documental. Pirry se valió de la tragedia de los pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica para su juego sentimentaloide, que desgraciadamente se ha vuelto el argumento preferido en la televisión, de aparentar compasión con una persona a la vez que se refiere a ella con toda clase de adjetivos descalificadores e insultantes, mientras desfila el verdadero protagonista del programa, el único que sonríe: Gustavo Quintana, el “doctor” muerte colombiano.

La tesis que orienta al programa es la insinuada en la pregunta de arriba: El Estado y la Iglesia quieren ser dueños de la vida de las personas y esta le pertenece en realidad a cada uno. Una tesis descabellada, producto de un falso dilema, pues ni la Iglesia se arroga el derecho sobre la vida de nadie, de lo contrario sería la primera en abogar a favor del aborto, la eutanasia y la pena de muerte, ni el Estado puede legalizar la eutanasia sin arrogarse primero tal competencia. El trasfondo siniestro de este falso argumento se hace explícito en boca de Pirry y de Carlos Gaviria: El primero admite que su concepto de dignidad se asienta en el subjetivismo, mientras el segundo tiene la desfachatez, algo que no es extraño en él, de decir que si una minoría tiene convicciones particulares las mayorías no pueden impedirle ejercer ese derecho (deduzco que, según él, si los pedófilos se organizan nadie podrá negarles el derecho a ejercer la pederastia). Al poner esas dos posturas en relación se hace evidente la cuesta por la que nos quieren poner a rodar: La ley es por definición general y objetiva, y pretender que esta se asiente en realidades subjetivas, como el sufrimiento, implica que el Estado se arrogue la capacidad de legislar sin dar razones. La anarquía del subjetivismo conduce inevitablemente a la tiranía de la violencia como único argumento válido y necesario.

Pretender que el sufrimiento es una indignidad para el ser humano es pensamiento ilusorio sin ningún asiento en la realidad. El sufrimiento en connatural a la existencia del ser humano, y por lo tanto es mucho más cercano a la dignidad humana que su ausencia. Nadie pasa por este mundo sin sufrir, por lo que nadie sería digno según esa definición. Además, la subjetividad del concepto de sufrimiento hace que se preste para absolutamente todo. No es extraño que los escuadrones de limpieza social que se dedican a aterrorizar zonas urbanas resulten usando los mismos argumentos del “homicidio por piedad” defendido por Carlos Gaviria. No hago previsiones exageradas y apocalípticas, apenas hace unos meses en Holanda se dio vía libre para la eutanasia por causas psicosociales, a la vez que comienzan a funcionar escuadrones móviles para eutanasia exprés y a domicilio. No, señor Pirry, la dignidad humana es una realidad social, de lo contrario no veo cómo recrimina usted a las instituciones de salud por “tratar indignamente” a sus pacientes. La enfermedad es una realidad propia del vivir, y por tanto no hay “enfermedades indignas”. Testimonios abundan, de personas que padecen de ELA y no por ello consideran indigna su condición, uno de los más famosos es el físico Stephen Hawking quien ha vivido más de 30 años con esa enfermedad. No es la enfermedad lo que los hace sentirse indignos, es el trato que reciben por parte de los otros, desde la pobreza en que los sume con toda su familia y el irrespeto de las entidades de salud hacia ellos, hasta el “doctor” muerte que sonríe cuando les convence de perder toda esperanza, pasando por el presentador de televisión que se refiere a ellos usando todo tipo de adjetivos lastimeros.

Pirry aparenta la defensa a ultranza de la autonomía humana y, sin embargo, todo su ensamblaje ritualista y pseudo-místico alrededor del homicidio de John Quintero se viene abajo ante una simple pregunta: ¿Qué pasaría si el paciente cambia repentinamente de opinión en el último segundo, cuando ya el veneno mortal corre por sus venas? El documental mismo evidencia cómo vivimos en total incertidumbre frente al mañana y es tan probable una decisión como la otra. ¿Obligaría Pirry a que las personas tengan que llevar una mala decisión hasta las últimas consecuencias? La vida es un don, y esto no es una afirmación religiosa sino un hecho: nadie nace porque quiere, sino que el existir le es dado. Por lo tanto, dado que la vida no se la da nadie a sí mismo, es indudable que tampoco nadie puede recuperarla una vez perdida. Sencillamente, no es algo que pueda pertenecerle sino a quien la otorga y la puede dar una y otra vez. Gaviria se equivoca irremediablemente, como en casi todo, pues el derecho a la vida no es algo que pueda ejercerse y dejarse de ejercer, sino que su ejercicio es condición para la existencia del mismo. No proponemos que se penalice el suicidio, pero es muy diferente que el Estado reconozca su incapacidad para impedir a las personas tomar malas decisiones respecto de sí mismos, a que convierta el error en un derecho y lo promueva abriendo el espacio legal para que los asesinos campen a sus anchas.

Para terminar, quisiera compartir con ustedes un breve escrito del abogado José María Cervelló, en el que reflexiona sobre su propia condición como enfermo de ELA (el artículo fue escrito indicando letra por letra con los ojos), y que he encontrado en el blog de otra persona que sufre de la misma enfermedad.

LIBERTAD Y ENFERMEDAD, SORTEOS, PRIVILEGIOS Y CARENCIAS por JOSÉ MARÍA CERVELLÓ

I Introducción
No voy a escribir un texto académico porque no tengo conocimientos para ello y no puedo manejar bibliografía. Tampoco voy a escribir un texto sobre la enfermedad y sus efectos en la libertad. Voy a escribir unas líneas desde la enfermedad y sus efectos en la libertad. Serán subjetivas, pueden estar llenas de lugares comunes y pueden estar muy superadas. Pero son mías y van a estar escritas desde la autenticidad y reflejarán mis pensamientos y mis sentimientos después de cinco años de enfermedad (ELA). En los últimos cuatro estoy unido a mi respirador. Las enfermedades, e incluyo aquí a las discapacidades, son algo que nos “toca”. Pero hay muchas mas cosas que también nos “tocan”. Quiero empezar por estas y encajar en ellas a las enfermedades.
II Un mal comienzo para la libertad
Pensemos en los siguientes hechos:
-No podemos elegir si nacemos o no
-No podemos elegir a nuestros padres
-No podemos elegir nuestro ADN
-No podemos elegir nuestro cuerpo
-No podemos elegir cuando nacemos
-No podemos elegir donde nacemos
-No podemos elegir el ambiente familiar, social, cultural, jurídico, político, económico, y religioso en el que nacemos
Después de esto, el primer sorteo injusto está hecho y los primeros privilegios concedidos y las primeras carencias dadas.
III…y lo que sigue no es mejor
No sabemos que pasó en nuestros primeros años de los que no tenemos memoria.Cuando tenemos entendimiento y memoria hemos de responder a los estímulos que nos vienen de fuera a través de los sentidos. Hugo Chávez dice que no quiere igualdad de oportunidades sino de condiciones. Esto es demagógico y utópico, pero, desgraciadamente, es cierto.
Es un segundo sorteo injusto con nuevos privilegios y carencias.
IV El Pensamiento
Pensemos en cómo se piensa. Yo no se si pienso lo que quiero, si mi cerebro piensa lo que quiere o si pensamiento y cerebro son la misma cosa. Lo mismo me sucede con el funcionamiento de la memoria. Además no se en que medida el pensamiento y la memoria funcionan solos o responden a nuestro libre albedrío suponiendo que quede margen para él. Antonio Machado, dijo: “converso con el hombre que siempre va conmigo”.Quizás sea una explicación.
Es un tercer sorteo injusto con nuevos privilegios y carencias.
V La Enfermedad
Como dije, la enfermedad nos “toca”, pero no “toca” de igual manera. A los efectos de estas líneas voy a hacer unas clasificaciones un tanto “pedestres”:
-Enfermedades que afectan a la cabeza o al cuerpo (para mí, está claro que prefiero las segundas).
-Enfermedades congénitas, en la juventud o en la madurez.
Las primeras condicionan toda la vida, las segundas frustran el desarrollo y en las terceras, por lo menos se puede volver la vista a lo ya hecho.
-Enfermedades con dolores o sin ellos
-Estables o degenerativas.
-Que acorten la vida o no.
Es un cuarto sorteo injusto con nuevos privilegios y carencias.
VI Actitud ante la enfermedad
Tenemos libertad para elegir entre tres posturas:
-La rebeldía. Se puede resumir con la frase “porqué me ha tocado a mi esto”; a lo que hay que responder: “y porqué no”.
-La depresión, salvo que sea otra enfermedad añadida.
-La aceptación activa, que permite ver lo que queda y no lo que se ha perdido.
La elección de la postura no depende sólo del enfermo sino que está muy condicionada por el entorno familiar y de amigos y, desgraciadamente, por la situación económica.
Es un quinto sorteo injusto con nuevos privilegios y carencias. 
VII Libertades durante la enfermedad
Si la enfermedad no afecta a la cabeza quedan algunas libertades:
-La libertad de pensamiento, dentro los márgenes del apartado IV.
-La libertad para tener curiosidad, que es lo que permite llenar el futuro.
-La libertad para sentir afectos, es decir, el amor y la amistad.
-La libertad de tomar decisiones, aunque las tengan que ejecutar otros.
-La libertad para recibir o no información Médica.
-La libertad para aceptar o rechazar tratamientos.
-La libertad para organizar actividades y agenda.
Pero si hay soledad, pobreza e incultura el ejercicio de estas libertades está en juego.
Es un sexto sorteo injusto con nuevos privilegios y carencias.
VIII Conclusión
Cuanto más miro alrededor, mayor es mi estado de perplejidad. En tanto sorteo injusto me ha “tocado” ser un privilegiado durante toda mi vida, a pesar de que mi padre murió cuando yo tenía 17 años y a pesar de mi enfermedad.
Podemos concluir con una pregunta: ¿Es igual la libertad según el resultado aleatorio de los distintos sorteos y de los diferentes resultados de carencias y privilegios que conforman a cada persona? Podemos seguir preguntándonos como Lenin ¿Libertad para que? o habría que preguntarse ¿Libertad para quien?
José María Cervelló

PD: Creo que este cortometraje de Eduardo Verástegui ejemplifica a la perfección a lo que me refiero:

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jueves, 22 de marzo de 2012

Apóstoles de la muerte, por Germán Mazuelo-Leyton

Artículo de Germán Mazuelo-Leyton en la revista ConoZe.com

Mal que pese a muchos enemigos de la Iglesia católica y a no pocos detractores del magisterio pontificio, la condenación del aborto no es, como muchos atribuyen, un capricho de los Papas. Es una doctrina cierta, grave, invariable de toda la Iglesia de Cristo, desde que Él la fundó hace dos milenios.

El Beato Juan XXIII, el «Papa bueno», en su encíclica «Mater et magistra», daba este terrorífico diagnóstico: «La vida del hombre ha de considerarse por todos como algo sagrado, ya que desde su mismo origen exige la acción creadora de Dios. Por tanto, quien se aparte de lo establecido por Él, no sólo ofende a la majestad divina y se degrada a sí mismo y a la humanidad entera, sino que, además, debilita las energías íntimas de su propio país» (nº. 194).

El Concilio Vaticano II, en nombre de la Iglesia entera, calificó el aborto de «crimen abominable».Crimen, porque es un auténtico asesinato, a sangre fría, aunque sea invisible el inocente asesinado vilmente; y abominable porque se arrebata la vida a un incapaz de defenderla por su cuenta.

Hay quienes ingenuamente se extrañan de que Benedicto XVI al igual que sus predecesores condene el aborto y exija a los Estados defender la vida, como lo hizo en Barcelona en 2010: «La Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familia… la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural», o en Austria «el derecho humano fundamental, el antecedente de cualquier otro derecho, es el derecho a la vida misma. Esto es verdad desde el momento de la concepción hasta la muerte natural».

Muchos han recibido con desagrado, la actuación del Papa, lo que manifiesta que nuestra sociedad perdió el sentido del crimen, lo que señala que ha perdido el sentido del pecado.

Lo más trágico es que también hay cristianos que han perdido el sentido del crimen, ya que les parece indiferente el aborto, y hasta lo defienden en casos especiales, como si el crimen fuera menos crimen en esos casos. Se va formando una opinión pública que resta al aborto su maldad y hasta se pide que los gobiernos lo permitan en algunas circunstancias. Ignoran que el aborto es una violación grave y vil del quinto mandamiento, tanto más despreciable en cuanto se verifica sobre una persona que tiene derecho a la vida, derecho concedido precisamente por los mismos que luego quieren arrebatárselo.

Manifiestan aquellos, que «el Papa sigue haciendo el ridículo». Sí que hace el ridículo ante los malos cristianos, ante los que desprecian abiertamente la ley de Cristo a quienes no dan la misma propiedad de la vida a los demás, de la misma forma como consideran la suya. Desde el momento en que un cristiano ve con indiferencia el aborto, está ya condenado por Cristo, quien afirma: «amarás a tu enemigo y rogarás por él»; si Jesús obliga a amar a un enemigo, ¿cómo va a perdonar que, con el aborto, se persiga y se aniquile a un amigo, al menos a un inocente?

Las declaraciones y actuaciones del Papa irritan a ciertos ambientes, muy particularmente a los lobbies que promueven y financian las esterilizaciones masivas, la contracepción, el aborto, que financian la distribución masiva de preservativos a niños y adolescentes, y que subvencionan leyes con el rótulo de «derechos sexuales y reproductivos», legislaciones que estos grupos de influencia cabildean e imponen a los estados. Como decía Andrea Tornielli, coautor del libro «Ataque a Ratzinger: «el poder secularizado teme al anuncio de una verdad irreducible, hay lobbies y grupos de poder a los que les molesta la moral cristiana y la enseñanza ética de la Iglesia. En ciertas situaciones la voz de la Iglesia permanece como el único baluarte de una conciencia no anestesiada… quieren hacer ver (al Papa) como un retrógrado conservador, anti liberal y anti democrático».

Ante la postura católica, la denominada «salud reproductiva» –falacia ante la que se camufla el aborto–l a tiene difícil. Esta ideología en los últimos tiempos ha sufrido connotados traspiés, aunque sigue ofreciendo sus gangas a los países subdesarrollados, o a los que están pasando dificultades económicas, por ejemplo en la Unión Europea, organización que le da al aborto el status de «derecho».

«Precisamente la familia merece una atención prioritaria –explanaba Benedicto XVI a los Nuncios Apostólicos en América Latina– pues muestra síntomas de debilitamiento bajo las presiones de lobbies capaces de influir negativamente en los procesos legislativos. Los divorcios y las uniones libres están aumentando, mientras que el adulterio se contempla con injustificable tolerancia. Es necesario reafirmar que el matrimonio y la familia tienen su fundamento en el núcleo más íntimo de la verdad sobre el hombre y sobre su destino; una comunidad digna del ser humano sólo se puede edificar sobre la roca del amor conyugal, fiel y estable, entre un hombre y una mujer» (17 de febrero de 2007).

Las organizaciones pro-aborto como Planned Parenthood o el Legal Momentum Fund financiadas por las chequeras de George Soros, Feeney Chuck, o de las multinacionales como Ford, Google, Microsoft o Goldman Sachs, JP Morgan, Pfizer, o de fundaciones como David y Lucile Packard, o Mc Arthur. La Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF), la organización que más promueve el aborto en todo el mundo, ha recibido millones de dólares de fundaciones de Estados Unidos.

Como diría el Beato Juan Pablo Magno: «La confrontación histórica más grande que los siglos han conocido es la lucha entre la Iglesia y anti-iglesia, el Evangelio y el anti-evangelio».

Ante el Evangelio de la Vida,la anti-iglesia, promueve un anti-evangelio disfrazado de derecho. Los apóstoles de Cristo anuncian la cultura de la vida, los apóstoles de la muerte promueven la cultura de la muerte.

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miércoles, 21 de marzo de 2012

Adelina Covo defiende al Secretario de Educación de Bogotá, y Voto Católico responde

En su blog en la Revista Semana, Adelina Covo, ex-presidente del Consejo Nacional Electoral, defendió las declaraciones del Secretario de Educación de Bogotá, Oscar Sánchez, en que dijo, entre otras cosas, que no tendría sentido que un padre se opusiera a que sus hijos fuesen educados en anticoncepción. En la defensa mencionó a esta página como parte de la poca oposición que tal postura ha recibido. Aprovechando el haber sido directamente aludido, he decido publicar una respuesta aquí y allí como comentario:
Sra. Covo
Que la administración está empeñada en un modelo ideológico de ciudad, eso no lo pone nadie en duda. Tienen el derecho que el haber ganado las elecciones distritales les concede. Pero necesariamente, el modelo impuesto está sujeto al marco formal y material que la Constitución establece. Este proyecto educativo del Polo Democrático, ejemplificado en la implementación de la cartilla "Retomemos", y el posible modelo educativo de la administración Petro, que, de la defensa que hizo Oscar Sánchez de la cartilla se deduce, estará en continuidad con el anterior, es absolutamente reprobable tanto por su forma como por su contenido.  

Por su forma, porque la alcaldía ha actuado a espaldas de la ciudadanía, en una actitud absolutamente solapada para con los padres de familia, como si adivinaran la reprobación que recibirían por parte de estos. Nunca, en las campañas electorales de ambos alcaldes, se mencionó de forma explícita que esta sería la clase de contenidos que promovería la Secretaría de Educación Distrital. De haberlo hecho, dudo que hubiesen ganado. Pero aún después, ya en el cargo, tampoco la implementación de estos contenidos se hizo de cara al público, y mucho menos, a los padres de familia. Y lamento deducir de su afirmación, de que era innecesaria la divulgación del video, que usted respalda esa falta de transparencia.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 26, numeral 3, y la Constitución Política de Colombia, en su artículo 68, reconocen el derecho de los padres a decidir sobre el tipo de educación que recibirán su hijos. Esto se dio en respuesta al uso que le dieron los regímenes totalitarios de mitad de siglo a la educación pública como forma de adoctrinar ideológicamente a los jóvenes. Así, ninguna entidad del Estado puede pretender que "crear un nuevo modelo de ciudad, un proyecto liberal y progresista" justifica ignorar los derechos de los padres sobre la educación de sus hijos. Ningún funcionario tiene el derecho de decidir que "no tendría sentido" que un padre de familia rechace tal o cual contenido. Por el contrario, son los padres de familia los que tienen el derecho a decidir cual modelo de educación pública tiene sentido y cuál no. Puede que usted y yo tengamos posturas opuestas respecto a los modelos educativos, pero en este caso, el único voto que cuenta es el de los padres de familia, no porque nuestras opiniones no tengan validez, sino porque sólo de un padre de familia puede presumirse buena intención y buena fe respecto de la educación de sus hijos.

Y la mejor prueba de esto, es examinar el contenido de tales programas. La gente de la administración creyó defender la cartilla al decir que es el modelo usado en la sociedad española. Lo que sólo puede ser un argumento a favor para quien es completamente ignorante de la realidad en ese país. En 2006 el gobierno del PSOE estableció la asignatura "Educación para la Ciudadanía" descrita de forma sospechosamente similar a la que usó ahora el Secretario de Educación de Bogotá, y que, después se supo, también incluían ejercicios prácticos de masturbación y pornografía. De inmediato numerosos padres se declararon objetores de que sus hijos recibirán un curso de adoctrinamiento ideológico que fuera en contra de sus convicciones, el asunto llegó incluso a demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ahora, al cambiar el gobierno, la nueva administración decidió retirar la asignatura reconociendo su fuerte sesgo ideológico y su carácter adoctrinante. Aún así, todavía la educación española no esta exenta de escándalos, como el de hace unos meses, cuando se supo que en los colegios de la Comunidad de Madrid era Durex, una empresa de condones, la que les enseñaba sexualidad a los estudiantes. Esto no es una realidad exclusivamente española, sino que comienza a presentarse en todo el globo. La multinacional Planned Parenthood, dedicada a la venta de abortos y anticonceptivos, presentó recientemente un documento para la próxima Comisión de la ONU en Población y Desarrollo, en el cual criticó la tutela de los padres sobre sus hijos, como una fuente de violaciones a los derechos sexuales y reproductivos de estos. Carol Everett, quien por muchos años dirigió una clínica de abortos en los Estados Unidos, describe cómo, convencer a los jóvenes de que desconfiaran de las enseñanzas de sus padres en sexualidad, le garantizaba clientes fijos. 

Podemos decir todos que lo único que nos interesa es la formación adecuada de niños y jóvenes, pero sólo de los padres de familia cabe presumir ausencia de intereses adicionales en su postura. Por tanto, sólo ellos tienen el derecho de decidir cuáles contenidos son los que valen y cuales no. Ninguna entidad del Estado tiene la potestad, sea cual sea su proyecto ideológico, de pisotear este derecho.
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martes, 20 de marzo de 2012

Dossier sobre Homosexualidad e Ideología de Género

Les presento una recopilación de escritos académicos respecto del tema de la homosexualidad y la Ideología de Género.

  • Algunas consideraciones para el debate actual acerca de la homosexualidad [Ficha] [PDF]
    Monseñor Fernando Chomalí y otros. Centro de Bioética, Pontificia Universidad Católica de Chile: 2008.

    Este documento analiza desde diversas perspectivas el fenómeno de la homosexualidad, así como la conveniencia o inconveniencia de su legitimación social y jurídica. Partiendo de la premisa –bien subrayada por la Iglesia– de que la persona homosexual tiene exactamente la misma dignidad personal que la heterosexual, y que en consecuencia se rechaza toda actitud vejatoria en su contra, el documento muestra los fundamentos científicos y filosóficos que permiten afirmar que este fenómeno no se puede, sin embargo, homologar a la tendencia heterosexual. Así, en la primera parte, se revisa la literatura científica en busca de una definición de la homosexualidad, de sus posibles causas y de su calificación médica y sicológica, así como su relación con el medio en el que se desarrolla la persona. A partir de esta revisión bibliográfica, que expone también los vaivenes históricos que ha sufrido el concepto, se concluye que la homosexualidad no es la tendencia sexual normal del ser humano. Entre otras distinciones, cabe resaltar la que se realiza entre la inclinación o tendencia homosexual y el comportamiento homosexual, que no siempre coinciden en la misma persona y que, desde el punto de vista moral, tienen una cualificación muy diferente. La segunda parte del documento evalúa y analiza los datos obtenidos en la primera parte, particularmente desde la perspectiva de la antropología filosófica y la ética. Aquí se fundamenta el juicio moral negativo que se hace de los actos homosexuales y la neutralidad moral de la mera posesión de la tendencia. También se explica la influencia de la cultura en la conformación de la identidad personal y la necesidad de una correcta educación sexual. Por último, se dan diversos argumentos para oponerse a la equiparación jurídica de las parejas homosexuales y las heterosexuales.

  • “Uniones Homosexuales” y derechos humanos [Ficha] [PDF]
    Jorge Scala. Persona y Bioética, Vol Persona y Bioética; Vol 9, No 1 (2005). Universidad de la Sabana: 2005.

    El presente trabajo se propone responder, desde el punto de vista del derecho de los derechos humanos, a las tres cuestiones que reivindican los grupos de presión de homosexuales: la posibilidad o no de los “matrimonios” homosexuales; las “uniones” del mismo sexo, y si pueden o no adoptar hijos. La metodología utilizada ha sido la exégesis armónica de los textos de los tratados internacionales de derechos humanos, vigentes en todos los países de América Latina. La conclusión es negativa a los tres interrogantes, pues tales atribuciones contradicen las normas jurídicas vigentes.
  • Reflexiones constitucionales a propósito del llamado matrimonio homosexual [Ficha] [PDF]
    Pablo Nuevo. Díkaion; Vol 15 (2006). Universidad de la Sabana: 2006.

    Con la aprobación de la Ley 13 de 2005, de 1 de julio, de modificación del Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio, se ha regulado en España el matrimonio entre personas del mismo sexo. Dicha modificación legislativa impulsada por el gobierno de Rodríguez Zapatero contó con la oposición de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, del Consejo de Estado y del Consejo General del Poder Judicial, además del veto del Senado y el rechazo de gran parte de la ciudadanía. No obstante, esta oposición a la desnaturalización del matrimonio no hizo reflexionar al gobierno ni a la mayoría parlamentaria que lo sustenta. El objeto de estas líneas es analizar cómo afecta esta cuestión a la comprensión del Estado constitucional, pues a nuestro entender lo ocurrido muestra uno de los riesgos del positivismo jurídico que, en palabras de Juan Pablo II, lleva a una democracia sin valores que, precisamente por eso mismo, queda debilitada en su mera subsistencia.
  • La anulación de la paternidad [Ficha] [PDF]
    Juan Cruz Cruz. Persona y Bioética; No 2 (1998). Universidad de la Sabana: 1998.

    La labor del médico ha sido replanteada en las últimas décadas ya que no sólo debe enfrentarse a la enfermedad, sino también a las diferentes técnicas de fecundación de las que dispone. Así bajo la máxima de "Saber es poder, poder es transformar" se ponen en boga corrientes éticas como el subjetivismo, el consecualismo y el culturalismo. A partir de ellas un ser no es persona hasta ser reconocido por la sociedad y en consecuencia, toda práctica experimental es viable.

    El problema frente a la manipulación surge con respecto a los roles de padre e hijo. En el mundo actual, la emancipación de la persona conlleva a la negación de la concepción de que el mundo ha sido creado por una persona de origen no humano. Así que el creacionismo deja de ser objetivo para transformarse en subjetivo, permitiendo que el hombre manipule la fecundación.

  • Los principios de Yogyakarta: derechos humanos al servicio de la ideología de género [Ficha] [PDF]
    Carmen Marsal. Díkaion; Vol 20, No 1 (2011). Universidad de la Sabana: 2011.

    Los Principios de Yogyakarta (2007) tienen como fin la aplicación de los derechos humanos en relación con la “orientación sexual” y la “identidad de género”. El presente artículo pretende clarificar su significado e ideología, origen, carácter y objetivo —puesto que son en gran parte ocultados—, así como su poderosa influencia en España.
  • Complementariedad varón y mujer. [Ficha] [PDF]
    Ana María Araujo de Vanegas. Persona y Bioética; Vol 9, No 1 (2005). Universidad de la Sabana: 2005.

    La autora expone algunas características de la ideología de género y argumenta por qué ni la mujer ni el varón pueden ir en contra de su propia naturaleza sin hacerse desgraciados. Hombre y mujer son dos realidades referidas recíprocamente la una a la otra; al entrar en crisis una, necesariamente entra en crisis la otra.

    La vida humana existe disyuntivamente: se es varón o mujer, y ambos consisten en su referencia recíproca intrínseca: ser varón es estar referido a la mujer, y ser mujer significa estar referida al varón. En el artículo se exponen algunos elementos para clarificar qué significa ser mujer y ser varón, y por qué las demás alternativas de género, solo culturales, son intentos de disyunciones que no coinciden con el ser real del varón y de la mujer.

     

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lunes, 19 de marzo de 2012

Lista de productos que podrían contener células fetales

Gracias a Children of God for Life, que elaboró la lista y a Life Site News que la difundió, les traemos una lista de productos que pueden contener células o restos de tejido fetal, provenientes de abortos o de embriones congelados para la Fertilización In Vitro.
¿Es esto posible?
Efectivamente, una de las cosas que surgen bajo el manto del aborto legal, es la experimentación con embriones humanos, no sólo por su legalidad, sino porque el aborto y la FIV son los únicos medios con que las compañías de investigación pueden conseguir el material para sus experimentos. Una de estas compañías es Senomyx, dedicada a la investigación de sabores artificiales y potenciadores de sabor usando células madre embrionarias y tejidos fetales. El año pasado se supo que PepsiCo contrató con esta compañía. Posteriormente, gracias a la labor de Rebecca Taylor, tecnóloga en biología molecular, supimos que son muchas más las empresas que desarrollan sus productos usando células y tejidos provenientes de fetos abortados. La lista incluye Neuralstem, ReNeuron, Neocutis Inc, Merck, GlaxoSmithKline, y por último Senomyx, que tiene contratos con PepsiCo, Kraft Food y Nestlé. Por lo que se puede ver, hablamos de productos que van desde medicamentos esenciales y vacunas hasta comida, pasando por cosméticos.
Cuando se conoció del contrato de PepsiCo con Senomyx, los accionistas de la compañía rechazaron tal hecho y pidieron “adoptar una política corporativa que reconozca los Derechos Humanos y emplee estándares éticos los cuales no incluyan usar los restos de seres humanos abortados en acuerdos tanto privados como conjuntos de investigación y desarrollo.” Aún así, la respuesta del abogado principal de PepsiCo, George A. Schieren, fue que "se trata de asuntos relacionados con las operaciones comerciales comunes de la empresa" y que "ciertas tareas son tan fundamentales para dirigir una empresa en el día a día que no pueden estar sujetas a la supervisión de los accionistas." Lo peor de todo es que la administración Obama, ha través de la Security and Exchange Comission, ha respaldado esta postura, apoyando el uso de restos humanos en investigación con alimentos.
Sin más, aquí la lista:
Aborted Fetal Products
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Mi compromiso con la vida, por Pte. Sebastián Piñera

Cuelgo aquí la Carta abierta escrita por Sebastián Piñera, presidente de Chile, publicada en el diario El Mercurio de Chile y reproducida por ACI Prensa

Mi compromiso con la vida


Por: Sebastián Piñera, Presidente de Chile

Publicada en diario El Mercurio, 18 de marzo de 2012

He seguido con mucha atención el debate sobre el aborto, luego que la Comisión de Salud del Senado aprobara tres proyectos de ley, tendientes a despenalizarlo, bajo ciertas circunstancias.

Antes de expresar mi posición respecto del fondo, creo útil y necesario hacer dos consideraciones de forma. La primera, es que este es un debate legítimo y necesario en una sociedad democrática y plural como la nuestra. La segunda, es que no debemos plantear este debate presumiendo mala fe o descalificando al contendor, sino argumentando, con respeto y seriedad, en base a principios, convicciones y la búsqueda del bien común.

Respecto al fondo, como todo el país sabe, soy contrario a la legalización del aborto por múltiples razones y de diversa naturaleza. Me asiste la tranquilidad de ser ésta una posición que he mantenido en público y en privado, durante toda mi vida, incluido el período en que fui Senador, dos veces candidato a la Presidencia, y así quedó consignado en los respectivos programas presidenciales, y que hoy ratifico como Presidente de la República.

Esta firme y clara posición se sustenta en argumentos de distinta naturaleza. Primero, de carácter jurídico. Nuestra Constitución Política asegura a todas las personas el derecho a la vida. Y tanto la Corte Suprema como el Tribunal Constitucional han fallado invariablemente que, de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico, el niño por nacer (nasciturus) es también una persona, cuya vida debe ser protegida. Y por si esto fuera poco, la propia Constitución le encarga al legislador la adopción de las medidas necesarias para "proteger la vida del que está por nacer".

La segunda razón es de orden práctico. En la duda siempre es mejor optar por la vida. Porque aún si no tuviéramos certeza respecto del tratamiento jurídico que ha de darse a una vida humana en gestación, lo correcto y sabio es asumir una posición humilde y optar por aquella que sea más favorable a la protección y desarrollo de esa vida. Tratándose de cuestiones que involucran la vida o la dignidad humana, en consecuencia, más vale ser prudentes que proceder de manera apresurada.

La tercera razón es que no se trata de una decisión que competa solamente a la madre o a los padres del niño que está por nacer. Está involucrado también la vida de un ser nuevo, único, irrepetible y distinto a sus padres, cuya vida debe ser defendida con mayor fuerza, precisamente por su condición de plena inocencia e indefensión.

La cuarta razón es de orden religioso. Como cristiano creo en la vida como un don de Dios. Sólo él tiene el poder para dar la vida y el derecho a quitarla. Por eso, soy partidario de proteger la vida y dignidad humana desde su concepción hasta la muerte natural. Y, por lo mismo, soy también contrario a la eutanasia y la pena de muerte.

Sin perjuicio de ello, estoy consciente que este argumento de naturaleza religiosa, por sí solo, no es suficiente para justificar una prohibición estatal absoluta del aborto en nuestro país. Entre otras razones, porque no tiene sentido debatir en la esfera pública desde convicciones puramente religiosas, que no son susceptibles de ser deliberadas, ni pueden ni deben quedar sujetas a las reglas de mayorías, propias de un sistema democrático.

Buena parte de la discusión de estos días se ha centrado en el que es, sin duda, el caso más dramático al que una madre embarazada puede verse enfrentada: tener que decidir si realizarse o no un tratamiento médico, que le permitiría salvar su vida, pero a costa de poner en riesgo la del hijo o hija que lleva en su vientre. Afortunadamente, los avances de la ciencia y la medicina han hecho que la posibilidad de una colisión ineludible entre estas dos vidas sea altamente improbable. Pero aun así, no estamos en condiciones de descartar que situaciones como ésta puedan producirse. Para estos casos excepcionales y extremos, no cabe duda que tanto nuestro ordenamiento jurídico como los protocolos médicos autorizan a intervenir, quirúrgica o terapéuticamente, para salvar a la madre si así ella lo decide, aun cuando, como efecto no deseado ni buscado, dicha intervención pudiere poner en riesgo la vida del hijo. En pocas palabras, si la madre opta por realizarse el tratamiento que le salvará su vida pero no la de su hijo, no estaríamos frente a un caso de aborto. De la misma manera que si decide optar por la vida de su hijo y arriesgar o sacrificar la suya propia, decisión que debe respetarse, no estaría cometiendo suicidio. Se trata de una decisión sin duda desgarradora, frente a la cual la sociedad puede y debe acompañar y dar apoyo a la familia afectada, pero en ningún caso juzgarla ni, menos aún, condenarla.

Por otra parte, los argumentos en favor del aborto eugenésico, que es el que se propugna para situaciones de inviabilidad o malformaciones del feto, y del que ha sido denominado aborto ético-social, que permitiría poner término a un embarazo que ha sido consecuencia de una violación, son incorrectos puesto que supondrían atribuirnos el derecho a clasificar a seres humanos en superiores –aquellos que merecen vivir- e inferiores –aquellos que no merecen vivir-, y además, condenar a muerte a seres absolutamente indefensos e inocentes de las circunstancias de su concepción.

Pero no basta simplemente con oponerse al aborto aunque sea con muy buenas razones. No sabemos con certeza cuántos abortos provocados se realizan cada año en Chile, entre otras razones, porque se trata de una conducta ilícita, por lo que la inmensa mayoría de quienes lo realizan lo hacen de manera clandestina y secreta para evitar ser objetos de una sanción penal. Pero sí sabemos que, lamentablemente, no se trata de una práctica aislada en nuestro país, sino que su número se contaría, en el mejor de los casos, en decenas de miles cada año. Es decir, estamos frente a una situación dramática, no sólo para esos miles de niños que nunca llegarán a nacer, sino también para su madre, su familia y la sociedad toda.

En consecuencia, debemos intentar desentrañar sus causas profundas, comprender mejor sus consecuencias e implementar mejores políticas para prevenir los abortos y los embarazos no deseados. Este ha sido un compromiso central de nuestro Gobierno, a través de múltiples políticas públicas, entre las que quisiera destacar: primero, la ampliación del postnatal de tres a seis meses y la ampliación de su cobertura, de una de cada tres, a la totalidad de las mujeres trabajadoras en edad fértil, beneficiando así, potencialmente, a dos y medio millones de mujeres chilenas. De esta forma pretendemos que la maternidad nunca sea un obstáculo para acceder a un trabajo, ni el trabajo un obstáculo para ser madre.

Segundo, el programa de maternidad vulnerable, que desarrolla el Sernam, y que ya ha beneficiado a más de 55 mil mujeres. Este programa que incluye a sicólogos, abogados, sociólogos y asistentes sociales, presta atenciones presenciales y en línea a mujeres con problemas relacionados con el embarazo o la maternidad, tales como acceso al pre y post natal, depresión pre y post parto, embarazos no deseados, duelo por pérdida de un hijo, problemas de pensión de alimentos, tuiciones, etc.

Y tercero, el programa del Sernam orientado a las madres adolescentes, que atiende a miles de mujeres en materia de reinserción educacional y laboral, cuidado de niños, prevención de nuevos embarazos no deseados, etc.

Estos programas son especialmente útiles y necesarios porque estoy seguro que ninguna madre que recurre al aborto, lo hace sin un profundo desgarro interior y la mayoría de las veces impulsada por un sentimiento de angustia y abandono. Detrás de esta acción muchas veces se esconde la desesperación, el desamparo y la incomprensión de la sociedad, y muchas veces también de su familia, lo que la hace sentirse incapaz o imposibilitada de llevar a feliz término su embarazo.

Algunos esgrimen que Chile sería un país menos moderno y civilizado por no imitar lo que han hecho otras naciones supuestamente más desarrolladas, donde el aborto no sólo es legal sino ampliamente aceptado. Pero están equivocados. Olvidan que Chile tiene una tradición más que centenaria de protección de derechos fundamentales. Que fuimos uno de los primeros países del mundo en establecer la libertad de vientres y prohibir la esclavitud. Y que precisamente la forma como una sociedad trata a sus miembros más débiles -los adultos mayores, los enfermos, los más pobres, los que sufren alguna discapacidad y los niños que están por nacer- dice mucho más sobre el grado de su civilización que su riqueza material, o la altura de sus edificios, o la calidad de su infraestructura o su poderío militar.

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domingo, 18 de marzo de 2012

Un llamado a los ateos: La pedofilia es lo siguiente en la pendiente resbaladiza, por Moshe Averick

Publico un texto del Rabino Moshe Averick, publicado en The Algemeiner, y traducido por Contra Babel

image Volvamos antes de que sea tarde
Por: Moshe Averick

Es un axioma que en el mundo de los ateos no existe la moralidad ni la inmoralidad, solo la amoralidad. Esto es a menudo mal entendido en el sentido de que los ateos no tienen ningún valor. Esta conclusión puede claramente ser errónea. El asociar el ateísmo con la amoralidad no quiere decir que ellos no tengan valores, ciertamente los tienen; la amoralidad es un comentario, no acerca de la existencia de los valores, sino en el significado de dichos valores. Dado que en la cosmovisión atea no somos mas que primates que caminan erguidos, nuestro sistema de valores no es mas valioso que el de nuestros parientes que viven en la selva. Desde el punto de vista Darwiniano, el humano es a la cucaracha lo que la cucaracha es al paramecio [organismo unicelular, N. del T.]. El creer que somos algo “mas” es solo producto de la imaginación humana.

Sería absurdo, entonces, para el ateo el sugerir que cualquier individuo o sociedad tiene la autoridad para dictar a todos los seres humanos cuales deberían o no deberían ser sus valores; sería aún mas absurdo pretender que los pronunciamientos de un individuo o sociedad obligue a otros a comportarse en consecuencia. Para el ateo, la moral es simplemente una palabra que es usada para describir el tipo de sistema que el individuo o la sociedad prefiere de forma subjetiva. Cada sociedad establece, sostiene o modifica sus valores para adaptarlos a sus propias necesidades.

“La moral es la costumbre de su país y el sentimiento actual de sus pares. El canibalismo es moral en un país caníbal.” (Samuel Butler)

Dado que los valores no son mas que reflejos de las preferencias subjetivas prevalentes, ellas obviamente cambiarán y sufrirán metamorfosis para acomodarse a las necesidades y actitudes cambiantes. En el transcurso de mi vida he atestiguado cambios sociales radicales en el comportamiento moral y actitud hacia el matrimonio y la sexualidad, homosexualidad, el asesinato de niños no nacidos, eutanasia y el uso de drogas ilegales.

Uno puede preveer razonablemente que a medida que la obsesión por el escepticismo y el ateísmo crezcan entre la influyente “élite intelectual” de nuestra sociedad, también lo hará su voluntad de asumir mas cambios radicales de los valores morales. Los creyentes religiosos que expresan consternación y horror ante las ominosas nubes de la tormenta moral que avecina en el horizonte se juntan con la burla petulante, contra – acusaciones histéricas o la indiferencia absoluta. No hay nada que las sociedades ateas sean incapaces de racionalizar y aceptar – incluyendo el abuso sexual de niños.

Sin duda, esta afirmación parecerá descabellada para algunos ateos y causará indignación. Sin embargo, las consecuencias lógicas y filosóficas del sistema de creencias ateo son ineludibles. Cuando fue cuestionado por el periodista William Crawley si pensaba que la pedofilia estaba “simplemente mal”. El profesor Peter Singer de la Universidad de Princeton – el mundialmente famoso filósofo de la “ética” – respondió así:

“Yo no tengo tabúes morales intrínsecos. Mi punto de vista no es que nada este simplemente mal. Usted esta tratando de poner palabras en mi boca.”
(http://www.youtube.com/watchv=gAhAlbsAbLM&feature=related)

Peter Singer, atheistic professor of Singer pasó a explicar que el es un “consecuecialista”. Para beneficio de quien no sabe filosofía, permítanme explicar el “consecuencialismo” en pocas palabras: Si te gustan las consecuencias, entonces es ético; si no te gustan las consecuencias, entonces no es ético. De esta forma, si te gusta la pornografía infantil y tener sexo con niños, entonces es ético; si no te gusta la pornografía infantil ni tener sexo con niños, entonces no es ético. En un artículo titulado “Heavy Ptting” [“Caricias Duras”, literalmente, N. del T.], Singer de igual forma dio su sello de aprobación a la bestialidad. Como recompensa por haber producido dichas perlas de sabiduría, le ha sido otorgado el privilegio de enseñar “ética” a nuestros hijos en la Universidad de Ivy League. Por otra parte, el de ninguna manera es el único filósofo ateo afanosamente dedicado a engrasar la precaria pendiente en la que la sociedad occidental se tambalea. Aquí, mi “llamado” a los ateos, pues el cimiento filosófico para la aceptación de la pedofilia ya ha sido colocado por dichos filósofos.

Joel Marks, profesor emérito de filosofía de la Universidad de New Heaven, quien por 10 años ha sido el autor de la columna “Moral Moments” en “Philosophy Now” [“Folosofía Hoy”, literalmente, N. de. T.] escribió, de forma impactante, en 2010 un artículo titulado “An Amoral Manifesto” [“Un Manifiesto Amoral”, N. del T.]:

“Este filósofo ha estado trabajando bajo un supuesto no examinado, a saber, que no existe tal cosa como el bien y el mal. Ahora creo que no hay… En pocas palabras, me convencí que el ateísmo implica amoralidad y; dado que soy ateo, debo adoptar la amoralidad en consecuencia… Experimente la impactante epifanía de que los fundamentalistas religiosos están en lo correcto: Sin Dios no hay moralidad. Pero ellos están equivocados, aún creo que, no existe un Dios. Por lo tanto, creo yo, no existe la moralidad.”
(http://www.philosophynow.org/issue80/An_Amoral_Manifesto_Part_I)

Entonces Marks, con bastante audacia y candidez, aborda las implicaciones de sus recién descubiertas creencias:

“A pesar de que palabras como ‘pecaminoso’ y ‘maligno’ vienen naturalmente a la lengua como lo dice una descripción del abuso a menores. Ellas no describen las propiedades reales de nada. No existen los pecados en el mundo por que literalmente no existe Dios… nada es literalmente correcto o incorrecto por que no existe la moral… pero nosotros, los seres humanos, aún podemos descubrir un montón de recursos completamente naturales para explicar las motivaciones de ciertas preferencias. Así, muchos de nosotros somos lo suficientemente reacios al abuso de menores y probablemente lo seguiremos siendo…”

A estas alturas, la total bancarrota intelectual (y moral) de la posición de Marks se hace evidente. Después de concluir correctamente que el mundo sin Dios esta libre de los grilletes de los conceptos ilusorios de la moralidad e inmoralidad, intenta patéticamente tirar la piedra y esconder la mano sugiriendo que hay algo “bueno” o “mejor” en la preferencia de ser contrario al abuso de menores. Uno no sabe si reír o llorar ante este claro y lamentable ejercicio de agarrarse de un clavo ardiendo, ¿no es ese el fondo mismo de la diferencia entre “preferencia” y “moralidad”? El reconocimiento de que existe algo inherente e intrínsecamente abominable en abuso de menores hace el acto inmoral, en lugar de ser sólo una cuestión de gusto personal. La moralidad implica que existen principios del comportamiento que son parte del mismo tejido de la realidad; principios que el Dr. Marks entiende que sólo tienen significado si vienen de Dios. La preferencia, por otro lado, es subjetiva y notoriamente caprichosa. Lo mismo que decir que: yo prefiero el helado de chocolate a la vainilla; yo prefiero el jazz al hip-hop; yo prefiero que la gente tenga sexo con adultos en lugar de con los niños o las mascotas de la familia.

Sin embargo, como reconoce el Dr. Marks, otros tienen preferencias diferentes no menos válidas que las suyas. El Dr. John Money de la Universidad John Hopkins proclama: “Si yo fuera a ver un caso de un niño de 10 o 12 años el cual esta erótica e intensamente atraído hacia un hombre en sus veintes o treintas, si esa relación es genuina y totalmente mutua y la unión es genuina y totalmente mutua… entonces no la llamaría por ningún motivo patológica.” (En vista de su opinión profesional, me gustaría saber cuantos vecinos tienen el valor de permitir visitas de sus hijos a jugar en la residencia Money)

El 17 de agosto de 2011, tuvo lugar en Baltimore, Md., un simposio patrocinado por una asociación de salud mental llamada B4U-ACT. El folleto oficial declaraba:

“Este simposio de un día de duración, facilitará el intercambio de ideas entre investigadores, académicos, profesionales de la salud mental y personas con atracción a menores que tengan interés en los temas críticos que rodean la entrada de la pedofilia en el Manual de Diagnóstico de Desordenes Mentales [DSM, por sus siglas en inglés, N. del T.] de la Asociación Psiquiátrica Americana.”

En español simple, esto es un simposio cuyo objetivo es facilitar la remoción de la pedofilia de la lista oficial de Desordenes Metales (DSM) de las Sociedades Psiquiátricas Americanas. La B4U-ACT ha acuñado un término blando, inocuo e inofensivo para hacer que la idea de sexo con niños sea mas agradable: “personas atraídas por menores”. Esta frase suena casi placentera a diferencia de aquellas palabras desagradables, y que muy pronto se convertirán en políticamente incorrectas, como son “pedófilo” y “abusador de menores”. (¿Le suena pedofóbico?) No es sorprendente que el orador invitado, el Dr. Fred Berlin de la Universidad John Hopkins, sea colega del Dr. John Money. La defensora infantil, la Dra. Judith Reisman, reveló que esta conferencia es parte de una estrategia para condicionar a la gente para la aceptación de los pedófilos: “Lo primero que hacen es conseguir el público deje de pensar que lo que hace el delincuente es criminal para que piense en su estado emocional… de empatizar y simpatizar… no se cambia a la nación de una sola vez, deben cambiarlo por condicionamiento.”

Aunque fue publicado hace casi dos décadas, un edición especial de “The Journal of Homosexuality “ [“El Diario de la Homosexualidad”, literalmente N. del T.] titulado “Intimidad Masculina Intergeneracional”, editado por tres prestigiosos académicos (todos ellos con doctorado), nos da una probada de lo que viene:

“En la sociedad occidental contemporánea, las relaciones sexuales intimas entre hombres y niños son considerados como inmorales… independientemente de los contextos emocionales en los que ocurren [¡En desacuerdo con Joel Marks y Peter Singer!]… el clima social actual hace que sea muy difícil observar esas relaciones de una forma objetiva… las relaciones hombre – niño no son infrecuentes. Como en la homosexualidad, la sexualidad hombre – niño ocurre, no en pocas veces, en un contexto en que las dos partes consienten… in estas relaciones una diversidad de sentimientos son o pueden ser expresados: afecto, apego, deseo, dominación y sumisión… hombres que se sienten atraídos por niños deben legitimar sus sentimientos hacia sí mismos como hacia la sociedad.”

Todo lo que nos falta ahora es un estudio académico “científico” que nos informe que hemos aislado finalmente el gen de “la atracción hombre – niño”. Una antigua expresión en alemán viene a mi mente: “So fangt es immer an”, “todo comienza de la misma forma”. Lo que trae también a la mente la letra de una vieja canción de protesta de los años sesenta: “And you tell me over and over again my friend, you don’t believe we’re on the eve of destruction?” [“Y tu me dices una y otra vez, amigo mío, ¿tu no crees que estamos al borde de la destrucción?”, N. del T.]

La noción atea de que la vida surgió aleatoriamente de un antiguo barro prebiótico de la Tierra, junto con la creencia darwiniana de que los humanos no son mas que chimpancés inteligentes, nos deja moralmente desprovistos. En una sociedad cuyas escuelas consideran un noble empeño el enseñar a los adolescentes a usar condones pero impiden estrictamente enseñarles que Dios ha prohibido robar o matar, ¿cómo se puede anticipar algo mas que un enorme y siempre creciente hundimiento moral? Si bien existen dificultades reales para determinar exactamente lo que Dios pide de nosotros en la esfera moral, permítanos, al menos, ponernos de acuerdo en lo siguiente antes de que sea muy tarde y avanzar desde ahí:

• Todos los hombres son creados a imagen de Dios y, por lo tanto, son inherente e intrínsicamente valiosos
• Todos los hombres han sido dotados por Dios con derechos inalienables y entre ellos están el derecho a la vida, a la libertad y la búsqueda de la felicidad.
• No matarás
• No robarás
• No levantarás falso testimonio
• No cometerás adulterio, incesto o bestialidad
• No tendrás sexo con niños y, si lo haces, serás considerado un criminal despreciables y repugnante y serás tratado como tal.
• Enseñarás estas leyes a tus hijos

Sostenemos las verdades arriba mencionadas por ser auto-evidentes, no como apoderados de un contrato social pragmático que puede ser adicionado o revisado tan a menudo como el capricho y la conveniencia de la sociedad lo demande, tampoco como resultado de reflexiones pomposas e insípidas de los así llamados profesores de “ética”, sino debido a que reflejan la eternas, inmutables y absolutas leyes morales que emanan de Dios Todopoderoso, el creador del universo y de la humanidad.

Un hombre sabio dijo una vez que si bien creer en Dios después del Holocausto puede ser difícil, creer en el hombre después del Holocausto es imposible. Las opciones ante nosotros son claras: O buscamos una ley moral trascendente a la cual todos nos sometamos, o vamos en busca de la indulgencia personal y social. Si volvemos a Dios en nuestro empeño de crea un mundo justo y moral, tendremos una oportunidad de luchar, de lo contrario, estamos condenados a girar en espiral dentro del infierno creado por el hombre de la jungla humana.

El rabino Moshe Averick es un rabino ortodoxo y el autor de “Nonsense of a High Order: The Confused and Illusory World of the Atheist” [“Tonterías de un orden superior: El confuso e iluso mundo del ateísmo”, N. del T.]. Esta disponible en Amazon.com y Kindle. El rabino Averick puede ser contactado a través de su página http://rabbimaverick.com/

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sábado, 17 de marzo de 2012

10 años del asesinato de Mons. Isaías Duarte, "Apóstol de la Paz"

BOGOTÁ, 16 Mar. 12 / 01:46 pm (ACI).- Hoy 16 de marzo se cumplen 10 años del brutal asesinato del Arzobispo de Cali, Mons. Isaías Duarte Cancino, ultimado por miembros de la guerrilla narcoterrorista de las FARC a la salida de una iglesia tras haber celebrado un matrimonio masivo de 105 parejas.
Según señala el diario El Tiempo, en el barrio Ricardo Belálcazar, en donde asesinaron al Arzobispo, se inauguró una "fuente de la vida" con la imagen de Mons. Duarte. El acto estuvo presidido por el actual Arzobispo de Cali, Mons. Darío de Jesús Monsalve, que presidió luego una Misa en la Catedral de San Pedro que repicó sus campanas a mediodía como homenaje al fallecido pastor.
En declaraciones al citado diario, Mons. Monsalve dijo que este 10º aniversario es punto de partida para la reconciliación y para retomar el camino trazado por el fallecido Arzobispo. "Para que no caigamos en las garras de la avaricia, la corrupción, la violencia y el narcotráfico. Realidades que él señaló, por eso se hizo incómodo y lo llevó a la muerte", dijo.
Un mes antes de su muerte había advertido a sus feligreses de que el narcotráfico había irrumpido en la campaña electoral. "En Cali nos comprometemos a amar la vida propia y la de los demás; a rechazar todo tipo de violencia; a dar buen trato a nuestros semejantes; a reconciliarnos con las naturaleza; a amar más y no odiar; a exigir respeto por los derechos humanos; a tratar a los demás como queremos ser tratados", señala el manifiesto por la vida con el que se recuerda a Mons. Duarte.
El Prelado también acuñó la frase "los queremos vivos, libres y en paz", cuando los secuestros masivos golpearon la región del Valle del Cauca.
El Padre Gersaín Paz, colaborador por muchos años del Arzobispo Duarte y vicario de la Reconciliación, preside con el Arzobispo Monsalve este viernes, a las 6:00 p.m. la gran vigilia de oración por las víctimas de la violencia en la plazoleta de San Francisco, frente a la sede de la Gobernación.
El legado
Cuando supo de la noticia del homicidio del Prelado, el Beato Juan Pablo II dijo "pastor generoso y valiente en el anuncio de la Buena Nueva ha pagado con tan alto precio su enérgica defensa de la vida humana, su firme oposición a todo tipo de violencia y su dedicación a la promoción social desde las raíces del Evangelio".
Mons. Isaías Duarte fue asesinado por dos sicarios en motocicleta en la entrada de la parroquia El Buen Pastor. El día del homicidio, escribe su biógrafo, el Padre Efraín Montoya Flórez, Mons. Duarte repitió en dos ocasiones la Oración del Abandono de Carlos Foucauld, beato francés: "Padre mío me abandono en ti. Haz de mí lo que quieras".
Un mes antes de su muerte, el Prelado que sabía que las FARC ya lo tenían como blanco porque les era incómoda su presencia, ya había elaborado su testamento. El apartamento que tenía lo donó a la diócesis de Apartadó y Bucaramanga; el cáliz de oro que conservaba desde que fue ordenado sacerdote se lo regaló a la catedral de la Sagrada Familia, también de Bucaramanga. No tenía más posesiones.
Más información sobre las celebraciones en http://www.cec.org.co/?apc=I1-;;;-&x=39146
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